Las semanas pasadas, Valva nos contó un nuevo cuento, esta vez se titulaba "Ricitos de oso". Qué título más gracioso, ¿verdad?
Resulta que..." una noche es el gran carnaval del bosque y todos preparan sus disfraces: Mamá Osa acaba de coser su disfraz de Bella Durmiente, Papá Oso se ve fantástico disfrazado de Lobo Feroz. «¿Y tú, Osito?» «¡Yo, de Ricitos de Oso!» A Papá Oso no le gusta la idea de que su hijo vaya con falda y coletas rubias e intenta persuadirle para cambiar de disfraz, pero Osito se mantiene firme..."
Aquí dejamos el cuento por si queréis verlo en casa con nosotros.
¿Y qué hemos aprendido? Pues una vez más, que da igual ponerse un disfraz u otro, que no hay disfraces de chico o chica, hay disfraces para divertirse, pasarlo bien, convertirse en personajes imaginarios.... y qué risa daba el lobo vestido de Caperucita roja, jajaja.
¿Queréis ver cómo nos disfrazamos nosotros el día siguiente? Valva llevó muchísimos disfraces y nos echamos unas buenas risas, gorros, faldas, corbatas, capas de superhéroes y heroínas. Algunos teníamos un poco de vergüenza, pero al final, lo pasamos genial. Y es que disfrazarse, siempre es súper divertido.
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